Para: Arrierías 65
“No es la riqueza la que corrompe a los hombres, sino la ambición de ser más ricos” 1
El ser humano, dotado de raciocinio y capacidad para optar o escoger un modo de vida; para trabajar en medio de la sociedad donde desarrolla su convivencia; es capaz, también, de actuar con gran capacidad de destrucción con el fin de lograr objetivos personales y/o de su misma comunidad.
Dentro de la riqueza del idioma español para describir o denominar esas actuaciones, las llama estulticia, ignorancia, necedad, estupidez, estolidez, imbecilidad, tontería, brutalidad, idiotez, falta de raciocinio.
Si nos remontáramos a siglos atrás en la historia de la humanidad, encontraremos registros de violencia inusitada a nombre de la religión, el poder, la economía, la geopolítica; acciones que bien pueden ubicarse dentro de las palabras anteriormente citadas para describir comportamientos, algunos extremadamente violentos e incomprensibles para las sociedades humanas.
Usted, amable lector, puede utilizar cualquiera de esos calificativos en situaciones que empezamos a enumerar en este escrito. Son estúpidos, imbéciles, irracionales los comportamientos que, en síntesis, enumeramos:
- Las Cruzadas, guerras religiosas impulsadas por la iglesia católica en contra del islam iniciadas en 1095 y finalizadas en 1291 -plena edad media-; ocho violentas incursiones donde murieron cientos de miles de seres humanos por tener un concepto espiritual diferente al papado romano;además destruyeron ciudades y monumentos históricos de gran importancia como legado de la humanidad.
- La ignominia religiosa de la fatal santa inquisición, implantada por los mismos religiosos arriba citados, quienes idearon formas de tortura inenarrables en contra de todo aquel que pensara diferente, que se saliera un poco de la dogmática; que planteara tesis revolucionarios o descubrimientos nuevos en la ciencia que entraran, por lógica cognitiva y tesis comprobadas, en contra de fantasías bíblicas o de las determinaciones dogmáticas de papas con aterrador pasado de violaciones, estupro, asesinatos y/o conspiraciones. Etapa negra en la historia de la humanidad.
- Las respuestas constantes del mismo islam mediante ataques alevosos a sus contrarios. Religión que ha dejado otra historia de asesinatos, terrorismo. Recientemente recordamos el ataque utilizando aviones como armas contra aeronaves repletas de civiles que los criminales dirigieron hacia las torres gemelas en los Estados Unidos, un crimen de lesa humanidad con la muerte infame de inocentes trabajadores. Elislam, a pesar de algunos mensajes de solidaridad y humanismo expresado en el Corán (libro sagrado para ellos), lo han convertido Sunitas y Shiítas en un verdadero tratado de fundamentalismo extremo y peligroso.
- Las dos guerras mundiales con millones de muertos y el establecimiento de reclusiones inhumanas en campos de concentración donde murieron seres humanos violentados, con hambre y enfermedades, gaseados en espacios diseñados para tal fin por el inefable régimen nazi bajo la batuta de un infame ser humano: Adolf Hitler.
- No olvidar los gulags, campos de concentración soviéticos con centros de experimentación con seres humanos que pensaban distinto o no aceptaban un régimen extremista uy violento.
- El régimen totalitario maoísta de Pol Poten Camboya que trató de establecer un régimen primitivo comunista sin educación ni cultura.
- Las bombas atómicas lanzadas perversamente por los Estados Unidos sobre Hiroshima y Nagasaki donde murieron calcinados miles de civiles inocentes que no participaban directamente en la guerra.
- Los campos de concentración establecidos por los japoneses durante el conflicto mundial donde, aún, no se han hecho muy conocidos los crímenes y experimentos hechos con seres humanos, aún peores que los hechos por los nazis.
- En América, las violaciones de regímenes totalitarios militares como Chile, Argentina, Paraguay. La Esma (Escuela de mecánica de la Armada) en Argentina, donde se idearon planes de tortura que se asemejaban a los cometidos en los campos de concentración nazi. Se cumplían al dedillo los famosos planes de seguridad de los Estados, el Plan Cóndor y la formación de especialistas en tortura para lograr frenar el levantamiento de los pueblos, década del 70 en la Escuela de las Américas.
¿Y Colombia? Pues siempre hemos vivido en un espiral de violencia desde la época de la conquista y la colonia, hecho que merece un análisis para próxima edición. Uno de los países más bellos y ricos del mundo por sus paisajes, sus reservas ecológicas, su naturaleza, su gente, no ha descansado de la violencia que ha costado millones de muertos, de sufrimientos, de violaciones, desplazamientos. Aquí, triste y doloroso es reconocerlo, también hemos tenido campos de concentración. Ya lo contaremos.
POST SCRIPTUM: “Nuestro tiempo ha sido de una brutalidad feroz. Guerras, revoluciones, golpes de Estado, matanzas, genocidios, persecuciones, segregación, limpieza étnica. Desde la masacre de los armenios a comienzos del siglo pasado, tuvimos dos guerras mundiales, las innumerables guerras coloniales, Guernica, Dresde, Hiroshima, Nagasaki, los campos de exterminio de Auschwitz, Dachau, el Gulag soviético, Vietnam, los genocidios de Camboya y Ruanda, la aviación de Sadat Hussein gaseando a cinco mil civiles Kurdos en Halabja, la crueldad del integrismo argelino, más recientemente Bosnia-Herzegovina y Kosovo. Y eso, por citar unos pocos casos”- 2
- Mensaje wayuu leído en la entrada a una humilde vivienda en la alta Guajira.
- Fernando Mas. De Nuremberg a Madrid. Editorial Grijalbo página 12.