Cali se encuentra en una fuerte discusión sobre los murales que ha dejado el paro nacional. Hay quienes no aceptan ni se sienten representados con estos murales, ocasionando censura a los artistas urbanos. La libre expresión se tiñó de gris plomo, generando molestia en el sector artístico caleño y nacional.
¿Por qué el mural ha generado tanta controversia?
El mural se ha visto como decoración o adorno en el espacio público, el hecho de denunciar y de retratar la violencia genera molestia para aquellos que no quieren ver la realidad del momento.
En el Paro Nacional el mural se transformó en un medio de expresión que usan los artistas para construir memoria colectiva y resignificar el espacio público, siendo un medio transgresor y crítico frente a los homicidios y desaparecidos que se registraron en el Paro Nacional.
Un grupo de personas, tomaron la iniciativa de pintar con gris plomo los murales, causando censura. Esto generó fuertes críticas desde el sector artístico caleño y nacional, sumando a ello el eterno silencio del Museo La Tertulia.
Los murales renacieron, el pasado 10 de Julio se reunieron artistas de diferentes partes del país generando una movilidad artística impresionante. Los murales llegaron con más fuerza, con más color y más grandes, la crítica artística que repudia el acto de censura invade las redes como la obra de Juan Melo titulada “Gris plomo”
Hablemos un poco de Fragmentos, Arte y Memoria, este es un espacio de arte tipo galería, creado por la artista Doris Salcedo para visibilizar su obra, entre ellas está “Vidas Robadas” una obra donde ella quiere nombrar a los asesinados y desaparecidos que dejó el paro Nacional, de esta manera generar memoria colectiva y que estos no caigan en el olvido, pero las condiciones de su obra se vuelven efímeras y elitista, encerradas en un cubo blanco y poco transitado. En contraste a la obra “Vidas Robadas” existe un mural en Cali creado por los estudiantes de Bellas artes, donde pintan a las víctimas con la intención de generar memoria y nombrar para no olvidar.
La calle se ha vuelto un espacio para recordar y para conmemorar los desaparecidos y asesinados, la calle es de la gente, un espacio en común y el mismo que ha visto los enfrentamientos entre civiles y fuerza pública.