Arrierías 88

Jairo Sánchez.

Uno de los placeres más personales del ser humano es la lectura. No es fácil adquirir esta habilidad y se requiere desde una funcionalidad neurológica hasta una motivación para desarrollarse.” La lectura es un proceso que comienza con la formación de conceptos, que luego se estructuran en oraciones y se leen en un orden específico para cobrar sentido. Posteriormente, a nivel semántico, evaluamos si el texto es coherente. Finalmente, llegamos a la etapa de comprensión, que dota a nuestra lectura de un significado emocional”.

Si analizamos la lectura, por etapas, podemos asignarle, caprichosamente una secuencia:

El hogar: Todos aquellos hijos desarrollados en un entorno donde un padre, madre o familiar alfabeto tenía por costumbre leer, se puede asegurar que ese niño o niña sentía curiosidad por la lectura y acaso desarrolló esta habilidad antes de llegar a la escuela.

La escuela: Era obligatorio saber leer bien, escribir, sumar y restar para comenzar de manera adecuada la escala de la educación primaria. Los maestros eran los principales motivadores para evacuar las cartillas de lecturas obligatorias en esta época de la vida.

El Colegio: las clases de Lecto-escritura fueron las bases para el progreso de esta disciplina, además, español, sintaxis, redacción, ortografía, gramática, entonación, complementaron la fundamentación lectora. Ya nos comentaba el profesor, literato e historiador, Raúl Florez, como se formaron las cohortes de lectores en el Colegio Santander de Sevilla, hace muchos años, motivados por el plan lector de 10 libros por grado académico hasta completar 60 o más en el bachillerato. Esa misma técnica con otro nombre y metodología se usó desde antes de los 60s en colegios de avanzada. La dinámica era simple: el docente hablaba de las lecturas a seleccionar, hacia un bosquejo motivador, resaltando la temática haciendo énfasis en sucesos trascendentales de la obra, por dos razones: primero porque las había leído y segundo porque conocía que la lectura es seleccionable por el lector.

Por ejemplo: si a un estudiante de bachillerato le dicen que hay que leer sobre teatro, quizás escoja otra temática, pero si el docente motiva diciendo que en el plan de lectura hay un libro que narra la historia de un rey que se casó con su propia madre, mató a su padre, su madre se suicida y él se arranca los ojos con los broches del vestido de su progenitora, muchos alumnos querrán conocer esa historia y terminarán leyendo Edipo Rey de Sófocles, una obra maestra del teatro clásico griego.

Los tiempos han cambiado y así mismo la metodología. Ahora, llega el plan lector es prediseñado, no por el maestro conocedor y motivador, sino por el currículo educativo.

A manera de ejemplo, estos son los libros del plan lector de 9 grado.

El almohadón de plumas y otros cuentos. Crimen y misterio. Antología de relatos de misterio. El escarabajo de oro y otros cuentos. Frankenstein. Paloma. La profecía del abad negro. https://www.loqueleo.com/co/uploads/2019/08/pal-lectores-criticos-g9-pages.pdf

¿Se capta la diferencia para el maestro?

En el bachillerato los estudiantes se recomendaban libros que conocían y por eso, los Libros de Ian Fleming (El agente 007), o los de Marcial la fuente Estefanía, (Vaqueros), circulaban de mano en mano aún en las clases. Sin olvidar los libros de aventuras semanales que se leían por alquiler. Todo eso contribuyó a la formación lectora de esas generaciones.

La Universidad: En el pregrado y posgrado los libros de texto de la carrera y los de referencia eran de obligatoria tenencia y lectura. Además, los recomendados por los docentes y aquellos de ingrata recordación, como “Taxonomía de los Objetivos “de Bloom impuesto como lectura sustentable para leer en un escaso tiempo de tres días, para un examen final, por un docente impotable en una asignatura de relleno.

La carrera escogida y terminada para la vida profesional exige, una actualización permanente. Por esta razón existen calidades profesionales que la gente califica.

La vida, contacto e intercambio social allegan lecturas que van desde lo cotidiano hasta las obras cumbres de la literatura en sus diferentes géneros.

Cuando se lee un libro, la mente se adentra en la narrativa y la imaginación se solaza recreando mentalmente las descripciones de la trama creada por el autor.

Las mejores películas basadas en obras literarias no son más que una concisión de hora y media o, un poco más, de obras que leen en varios días.

La motivación a la lectura, en el cine, puede ser bidireccional; Se conoce el libro y se ve la película haciendo comparaciones, o se ve la película y se lee el libro motivado por la calidad de la cinta.

La saga “El Padrino”, dirigida por Francis Ford Coppola, basada en la novela homónima de Mario Puzo, quien también colaboró en la redacción del guion, es una magnífica recreación del texto pero que no iguala la descripción que la novela contiene de pasajes trascendentales al interior y exterior de la familia Corleone.  Esta película es considerada un clásico del cine de todos los tiempos.

De igual manera, grandes clásicos de la literatura han sido llevados al cine y, si se ha leído el libro, la recreación mental de los pasajes, minimizados en los tiempos del cine, son una experiencia fantástica.

Miles de listas se han elaborado de películas basadas en libros que, como dice el dicho, hay para todos los gustos. Veamos algunas películas cuyo fundamento es una obra literaria.

El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo, Las dos torres y El retorno del rey, según la novela de J.R.R. Tolkien.

 El silencio de los corderos, según la novela “El silencio de los inocentes” de Thomas Harris.

El mago de Oz, según la novela de Frank Baum.

Lo que el viento se llevó, según la novela de Margaret Mitchell.

La lista de Schindler, según la novela “El arca de Schindler” de Thomas Keneally.

Harry Potter y la piedra filosofal (2001). Harry Potter y la cámara secreta (2002)

Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004). Harry Potter y el cáliz de fuego (2005)

Harry Potter y la Orden del Fénix (2007) Harry Potter y el misterio del príncipe (2009)

Harry Potter y las reliquias de la Muerte: parte 1 (2010) Harry Potter y las reliquias de la Muerte: parte 2 (2011), escritas por la autora británica J. K. Rowling.

Apocalypse Now, según la novela “En el corazón de las tinieblas” de Joseph Conrad.

Ana Karenina (1935), según la novela de Leon Tolstoi.

Juego de tronos | 1 (1996) Choque de reyes | 2 (1998) Tormenta de espadas | 3 (2000) Festín de cuervos | 4 (2005) Danza de dragones | 5 (2011), películas basadas en la obra: Canción de hielo y fuego escrita por George R. R. Martin y quien aún está escribiendo la saga.

Ben-Hur: Una historia de Cristo, de Lew Wallace.

La lista es interminable y, como ya se mencionó, es personal y de acuerdo al género predilecto, se elabora.

Lo común es que se ha leído el libro y se disfruta la película, o se ve la película y se recrea mentalmente el libro.

No es fácil hallar películas o series televisivas donde se incite a leer, pero sí las hay y excelentes. Como ejemplos se toman dos.

  1. La Sociedad de los Poetas Muertos, Dead Poets Society, con una magistral interpretación de Robin Williams. Se desarrolla en un colegio de disciplina y comportamiento tradicional y cerrado, llegando el profesor Keating a encender la pasión en los corazones de los jóvenes que viven a la merced de la senda marcada paternalmente. Así, el profesor Keating representa la recuperación del placer de vivir por medio de la experiencia estética y del conocimiento. Por ello, la literatura está en el centro de la pasión, y el grupo de estudiantes, con el docente se toma muy en serio el horizonte el cual ha sido plenamente marcado entorno a la máxima horaciana “Carpe diem”, que quiere decir “Aprovecha el día”, o en nuestro lenguaje cotidiano, “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”, o más común, “el día es hoy”. En la película “Perfume de mujer”, Al Pacino, ciego, dice a su pareja una variación de la cita de Horacio: “En un instante una vida es vivida”, o sea, aprovecha el hoy y ahora.  Keating, también acudirá al norteamericano Walt Whitman, convirtiendo su poema a Lincoln «¡Oh, capitán, mi capitán!» en un modo de señalarse a sí mismo como maestro y líder del selecto grupo estudiantil.

En ese viaje inolvidable de amor por la literatura se citan autores como: Robert Herrick, Horacio, Walt Whitman, Alfred Lord Tennyson, Henry David Thoreau, Abraham Cowley y, por supuesto Shakespeare, se declaman sus poemas que son, a la larga, una preciosa invitación a la lectura.

  • La serie colombiana La Primera vez, escrita por Dago García, narra los lazos de la amistad nacida entre un grupo de estudiantes, en 1976, al interior del Colegio Distrital José María Root, institución exclusivamente masculina que se ve revolucionada por Eva, una adolescente que ingresa como única mujer y que, además, está adelantada a su época. Es una consumada lectora y amante de la literatura y trata de resolver los no pocos problemas cotidianos recomendando obras a sus compañeros. Esto es lo más relevante de la historia pues convierte las obras en protagonistas, lo que transforma la serie en una cátedra de lectura sin igual. Cada capítulo está acompañado en su trama por un libro recomendado, entre ellos están:  La Dama de las Camelias, de Alejandro Dumas. Letra escarlata, novela escrita por Nathaniel Hawthorne. María, de Jorge Isaac. Hamlet del escritor inglés William Shakespeare. Romeo y Julieta, del mismo autor. Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. Una habitación propia, de Virginia Woolf. El guardián entre el centeno. Escrita por Jerome David Salinger.  Las mil y una noches, obra anónima. Además, se mencionan en la serie obras recomendadas por Eva como: Así habló Zaratrusta, Las penas del joven Werther, Las enseñanzas de Don Juan, Lisístrata, Retrato del artista adolescente, Siddhartha, La importancia de llamarse Ernesto, La Celestina, De profundis, Cien sonetos de amor, La jungla de asfalto y Vigilar y castigar. “En cada capítulo de la serie, estos libros permiten que los adolescentes pongan en cuestión varios aspectos de su vida, como amor, sexualidad, política, libertad, entre otros, haciendo que forjen su personalidad a partir de la lectura.”
  • La segunda entrega de la serie continúa con la misma dinámica, mostrar la turbulencia de la vida adolescente enmarcada en una sociedad violenta y decadente, pero los muchachos acudiendo a los libros recomendados como paños de lágrimas para los momentos vividos. Es así como en esta segunda parte Eva como solucionadora de males y conflictos recomienda: ‘Cartas a un poeta joven’ de Rainer Maria Rilke, ‘El segundo sexo’ de Simone de Beauvoir. ‘Cartas a un niño que nunca nació’ de Oriana Fallaci. ‘Los viajes de Gulliver’ de Jonathan Swift. ‘Cuando dios era mujer’ de Merlin Stone. ‘La revolución sexual’ de Wilhelm Reich. ‘Doña Flor y sus dos maridos’ de Jorge Amado. ‘¡Qué viva la música!’ de Andrés Caicedo. ‘El origen de la familia, la propiedad privada y el estado’ de Friedrich Engels.  ‘Crimen y castigo’ de Fiódor Dostoyevski.

Es sorprendente los caminos motivantes a leer. Así como un periódico, una revista, un libro, una colección de autores nos invita a zambullirnos en el maravilloso mundo de la lectura, también hay pereza lectora y no solamente por analfabetismo sino por facilismo tecnológico y falta de motivación e interés.

Un docente interesado en la motivación a la lectura podría utilizar estos recursos del cine y la TV y, de una manera novedosa, conducir a sus alumnos, de diferentes edades por los caminos de la literatura.

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