Cada día el monstruo de la pandemia sigue dando zarpazos de muerte en distintos lugares del mundo.
Somos sombras llenas de temor que avanzamos hacia un futuro incierto en el que las autoridades del globo, como si fuéramos sus caballos en los que cabalgan sus ignorancias sobre el asunto, nos sueltan un poco la rienda para que salgamos en desbandada a tratar de exorcizar la angustia del encierro en que nos tienen con sus mandatos, y entonces, nuevamente las estadísticas del contagio suben vertiginosamente, las muertes colman sin parar los cementerios y los hospitales se llenan hasta el colapso para tratar medicamente a quienes han menospreciado las órdenes, a quienes en arranques de descreimiento e insensatez han burlado los las precauciones salvadoras en fiestas clandestinas, reuniones caprichosas y mortales o en visitas inoportunas que van esparciendo el virus aquí y allá.
Se deja de lado el cuidado y se dan las aglomeraciones en las calles, en los almacenes, y no se atiende a las mínimas normas de bioseguridad que podrían atenuar el contagio. Acciones elementales como usar el cubrebocas, lavarse las manos, respetar el distanciamiento social, usar alcohol como desinfectante, son menospreciadas por quienes luego se sentaran a llorar por sus muertos y a lamentar el no haber atendido esas pequeñas normas.
Viene ahora la época de vacunación y ya las redes sociales se han inundado de mitos y leyendas en contra su aplicación. Aparecen los que señalan que con ella se inoculará también un microchip con el que se va a tener control sobre la población del mundo; que al ser vacunados estamos exponiéndonos a morir por el efecto que puede tener la misma; que van a vacunar primero a los más ancianos para que mueran y quede la gente productiva, que las vacunas son solamente un negocio de las farmacéuticas; etc. etc., decires de la gente que oye y repite las noticias mentirosas que se propagan con una rapidez extraordinaria.
Lo cierto es que estamos viviendo una época especial y difícil. Las economías personales y las gigantes se desmoronan, la enfermedad ataca en todos los países sin excepción alguna y todos esperamos que podamos salir bien de este remolino de muerte que produce la Covid 19, la enfermedad causada por el coronavirus que desde el 2019 tiene en jaque a la humanidad.
El Director