Arqueólogo y coordinador Comité de protección arqueológico del Quindío

El cacao es un alimento que proviene de un árbol originario de la cuenca amazónica. La ciencia arqueológica sostiene que el cacao surgió hace 3000 o 4000 años en la Amazonía y el Orinoco, aunque algunos opinan que este data del siglo VII antes de cristo, por haberse encontrado evidencias en excavaciones de las ruinas de templos y poblados mayas. Pero, en el yacimiento arqueológico de Santa Ana – La Florida en el Ecuador, se encontraron pruebas y dataciones determinando el verdadero origen del cacao en Suramérica, en un asentamiento del grupo Mayo – Chinchipe, con restos arqueológicos que datan al menos 5450 años atrás.

El cacao es un alimento que tiene una historia distinta de la de los otros como el azúcar o la harina. Proviene de un árbol originario de la cuenca amazónica. La historia más remota empieza en los mayas, que lo llamaban “cacauatl”. Lo cultivaban y lo consumían mezclado con agua y especias como la pimienta o el clavo, en una bebida conocida como “xocolatl” (“agua amarga”) y lo tenían como alimento divino, por sus propiedades vigorizantes. Se sabe que los mayas lo cultivaban por el 600 a. C. y también que los mercaderes lo consumían en Costa Rica por el año 400 a.C.

La existencia de una variedad ancestral pudo ser verificada gracias al análisis de las colecciones antiguas de los diferentes cacaos de la Universidad Técnica Estatal de Quevedo (Uteq). Estas colecciones corresponden a los Árboles cultivados en toda la zona costera del Ecuador,mediante los métodos de análisis de ADN desarrollados para algunos Árboles que fueron identificados como los ancestros probables de todo el Pool híbrido actualmente cultivado en Sur América.

Sin embargo, el origen del cacao era todavía desconocido, por lo que hubo que recurrir a nuevos análisis de ADN para buscar pistas entre las distintas variedades nativas. Existen poblaciones de cacao salvaje en toda la región amazónica, desde Colombia hasta la Guyana y Brasil.

Hasta comienzos del siglo XVI el cacao sólo se cultivaba en México y Centroamérica, donde era un alimento tan apreciado que incluso estaba muy extendido su uso como moneda de cambio, y donde seguiría cultivándose a lo largo del período colonial.

Sin embargo, el cultivo del cacao con fines comerciales a raíz de la colonización española es en general bastante tardío, pues comenzó hacia la última década del siglo XVI en unas zonas y a principios del XVII en otras; pero el rasgo más notable es que a medida que avanza el período colonial, el cacao como producto de exportación se zonificó en territorios fundamentales de Sudamérica,; siendo mucho más escasa la producción de otros lugares como Nueva Granada, Centroamérica, o México, aunque este último siempre fue un gran mercado consumidor.

Desde principios del siglo XVII hasta fines del siglo XVIII el cacao fue el principal producto de exportación de Venezuela, que durante ese tiempo fue la principal productora en América, abasteciendo a los dos grandes consumidores, México y España. De manera que la producción de cacao era en el siglo XVIII, lo que la del petróleo en este siglo XX: el factor dinámico fundamental del desarrollo económico.

En esta lucha comercial, los productores se vieron beneficiados por la política de la Corona española, que por diversas razones de política comercial durante casi dos siglos estuvo obstaculizando el envío de cacao de Guayaquil a Acapulco, prohibiéndolo

completamente en unos casos y limitándolo en otros. Sin embargo, la “liberalización” comercial española a partir del último cuarto del siglo XVIII, benefició a Guayaquil, que después de casi dos siglos de prohibiciones obtuvo en 1789 el libre comercio de su más prometedor recurso con su mejor mercado, es decir, el comercio del cacao con México, y pudo entonces orientar plenamente su economía hacia el mercado externo mediante la ampliación del comercio agroexportador y la consolidación del monocultivo.

Y todo ello coincide con el aumento de la demanda mundial de cacao derivada de la recuperación demográfica y económica tanto de México como de la propia España y de toda Europa occidental, principales consumidores de caco en el mundo. Es así como comienza el primer gran “boom” del cacao, y con él comienza la afluencia masiva de gentes atraídas por el auge económico derivado del incremento de las exportaciones de cacao. Las implicaciones demográficas de este proceso son particularmente interesantes dado que simultáneamente se están formulando propuestas que, con el pretexto de la escasez de mano de obra, buscan el afianzamiento del sistema esclavista, comenzando entonces el despegue demográfico que culminaría siglo y medio después invirtiéndose por completo la situación existente desde tiempos prehispánicos y consagrados durante la época colonial.

EL CACAO EN EL QUINDIO

Se viene trabajando para producir y exportar el mejor cacao fino de aroma y sus derivados al mundo, fomentando el comercio justo con los pequeños productores y comerciantes, e integrando toda la cadena agro-productiva del cacao con los mercados internacionales, con altos estándares de calidad y responsabilidad con el recurso humano de la región y cuidado del medio ambiente.

 Ser considerada como una de las regiones nacionales líderes del sector exportador e industrial de cacao colombiano fino de aroma, semielaborados especiales y chocolates Premium gourmet. Con un proceso industrial, y con denominaciones de origen trazables de las zonas geográficas productoras más representativas de cacao fino de aroma de nuestro país.

Nuestros agricultores siembran con experiencia de aroma y sabor únicos y dada la calidad de nuestras cosechas, están introduciendo e incentivado la siembra del cacao, que en el futuro deleitarán con productos de excelente calidad.

El sector cacaotero se enfrenta a varios retos importantes, entre los que destacan los bajos niveles de productividad y rendimiento, la pobreza entre los pequeños cacaoteros y la volatilidad de los precios. Todos los participantes de la cadena de valor del cacao, incluidos los países exportadores e importadores cacaoteros, las instituciones internacionales de desarrollo y las organizaciones no gubernamentales, reconocen la necesidad de mejorar la actual situación de los cacaoteros. Importantes empresas chocolateras a nivel mundial, han reconocido que la certificación no basta para que los cacaoteros obtengan ingresos dignos, por esa razón, deben desarrollar proyectos de sostenibilidad en apoyo del sector productivo. Sin embargo, los retos superan la capacidad de unos cuantos y hace falta la articulación de otras entidades publico/privadas, que implementen y lideren el sector cacaotero.

El objetivo a corto plazo sería que el sector productor genere una oferta exportable con calidad y responsabilidad social, construir una cultura de trabajo en equipo y elaborar una base de datos con nuestros proveedores de la zona con hechos e información concreta, pero también un sistema de cultivo y de producción que responda a criterios de manejos sostenibles.

Y el trabajo mancomunado de los productores bajo normas sostenibles, sociales, ambientales y económicas, fortaleciendo la cadena productora del cacao nacional fino y de aroma, mediante la consolidación de un proceso articulado de organización, producción y comercialización, para que se consolide el centro de origen de este producto natural.

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