Los petroglifos del Quindío
Arqueólogo.
Específicamente los petroglifos son imágenes grabadas en superficies rocosas (del griego petros: piedra y griphein: grabar). También conocidos como grabados rupestres, estas manifestaciones fueron plasmadas al sustraer materiales de la superficie rocosa con instrumentos de mayor dureza. Los ejecutores utilizaron técnicas y diferentes tipos de herramientas como fragmentos de roca tallada (lascas), con golpeteos con instrumentos como el cincel y el martillo (percusión), grabados al rayar con los filos de rocas talladas (rayado), donde las superficies fueron frotadas con instrumentos de piedra y finalmente pulidas con la mezcla de arena y agua (abrasión).
El Arte Rupestre que está vinculado con el mundo del pensamiento, de las ideas y del espíritu, donde se evocan los mitos de creación, la relación de los hombres con los animales, el mantenimiento del equilibrio biótico y cósmico y las solicitudes a sus dioses.
Estos artistas plasmaron mensajes sobre la superficie de las piedras creando representaciones figurativas, en la cual los dibujos grabados corresponden a objetos o ideas, convirtiéndolos en valores simbólicos con capacidad de expresar en forma sintética y efectiva una relación entre ideas y valores.
El arte rupestre todavía es ininteligible para el nuestro conocimiento, partiendo de que los símbolos se convierten en un lenguaje que se expresa con figuras geométricas o naturalistas, trasmitiendo movimiento y fuerza a las figuras; donde intentan reproducir imágenes del universo; lo positivo y lo negativo; la flora y la fauna; lo masculino y lo femenino; el fuego y el agua; la tierra y el espacio y el arte y la magia.
Es innegable que la ciencia arqueológica es cada vez de mayor interés dentro de las sociedades contemporáneas y que el respecto por el patrimonio cultural e histórico nos conlleven a cultivar la idea de que estos objetos patrimoniales son fuente de información histórica para las generaciones del futuro.
Los petroglifos por encontrarse en sus sitios originales y visibles, deben cumplir un papel importante como parte del espacio vital de las comunidades, donde estos grabados que por ser ignorados están expuestos a los actos vandálicos, lo que hace parte de un proceso de desaparición por los deteriores causados por las mismas comunidades, que deberían ser apreciados y darles un valor a dichos testimonios arqueológicos, incrementando el potencial de nuestros municipios dentro de sus desarrollo cultural y turísticos.
El arte rupestre o las pinturas o grabados que las sociedades prehispánicas dejaron plasmadas en piedras por todo nuestro territorio nacional, han permanecido in situ donde fueron realizadas, pero que sin la adecuada protección y concientización dicho patrimonio está condenado a desaparecer y es deber de todos nosotros velar por su conservación.
Es así como dentro de los valores universales contemplados en el Paisaje Cultural Cafetero,la ciencia Arqueológica es uno de los atributos contemplados en dicha declaratoria y que los petroglifos de nuestro departamento forman parte de dicho atributo, por lo tanto, deben ser apreciados y conservados de manera sustentable para el turismo cultural regional.
De los 14 petroglifos identificados en el departamento de Quindío son visitados con frecuencia por turistas unos cuantos, a la vez que son escasamente percibidos por la población, que incluso ignora su existencia o el significado mismo del término petroglifo y de conocer la palabra, la asocian con estelas y construcciones megalíticas de Asia o Mesoamérica.
Los petroglifos como herencias culturales de nuestras sociedades prehispánicas, están expuestas a condiciones climáticas como erosión, radiación solar, lluvia o humedad, al crecimiento de líquenes y hongos y al depósito de minerales en la superficie de la roca conllevando a muchos de ellos a la desaparición de una manera natural, pero el factor que más daño le produce a estas manifestaciones culturales es la intervención del hombre, en donde estos sitios rupestres las actividades humanas perjudican su conservación como la acumulación de basuras, realización de hogueras bajo las paredes, excavación del suelo circundante en busca de tesoros inexistentes, el resalte de los motivos y la inscripción de graffitis.
Como estos sitios rupestres son parte de la herencia cultural que nos dejaron nuestros antepasados, son testimonios que nos permiten reconstruir el pasado y profundizar en nuestro propio conocimiento, por lo tanto, son sumamente frágiles, deben ser protegidos y conservados para nuestro propio disfrute y el de las futuras generaciones.
Entonces, pese a que con la escaza investigación arqueológicase han referenciado petroglifos en el Quindío, se carece del registro de dichas evidencias culturales y menos aún de las condiciones de deterioro que los afectan, o de las circunstancias del contexto donde están ubicados, razón por la cual es necesario que los petroglifos que se encuentran en el departamento sean conocidos y explotados turísticamente,creando las condiciones correspondientes como son los planes de Manejo y Protección e investigación del contexto en que se encuentran y sus condiciones, donde las autoridades y la institucionalidad aplique la normatividad y las políticas de protección patrimonial; además de obtener una visión de conjunto sobre las necesidades a invertir al llamado“Turismo Cultural”, aportando en la adecuación de vías de acceso, señalización, cubiertas yprotección de dichos bienes patrimoniales.