Arrierías 92
Orlando Restrepo Jaramillo
“En la tarde que en sombras se moría,
Buenamente nos dimos el adiós
Mi tristeza profunda no veías
Y al marcharte sonreíamos los dos
Y el cielo para mí se obscureció
Con voz velada
Volcó en la noche la pena
Sólo un silencio
Profundo y grave
Lloraba en mi corazón”.
-Siempre es una tarde el momento preciso para romper el amor cayendo como una porcelana en el andén. Roto el sentimiento con la voz aprisionada un “hasta nunca” balbucea tras las lágrimas de cristal –
“Sobre el tiempo transcurrido
Vives siempre en mí
Y esos campos que nos vieron
Juntos sonreír
Me preguntan si el olvido
Me curó de ti.”
-El olvido taladrando en cada paso en las hondonadas del recuerdo. En las elecciones dadas para el desdén. Figura de alas como mariposas revoloteando tras las miradas en el abismo de la soledad. –
“Y entre los vientos
Muriendo en ecos
Buscándote
Mientras que lejos
Otros brazos y otros besos
Te aprisionan y me dicen
Que ya nunca has de volver”.
-En ese regreso perdido tras los viajes del viento. Mientras otras voces encantan y pintan pajaritos en el pentagrama de otras melodías-
“Cuando vuelva a lucir la primavera
Y los campos se pinten de color
Otra vez el dolor y los recuerdos
De nostalgias llenarán mi corazón.”
-Añoranza por encima de las estaciones con un puñal imaginario hiriendo la razón y abismo de tiempo obligando al abandono de ese cariño sin volver por los senderos de la pasión. –
“Las aves poblarán de trinos el lugar
Y el cielo volcará su claridad
Pero mi corazón en sombras vivirá
Y el ala del dolor te llamará
En vano el alma
Dirá a la luna
Con voz velada la pena
Y habrá un silencio
Profundo y grave
Llorando en mi corazón.”
-El silencio como clavo caliente entrando en la piel y el amor sangrando en la distancia de dos es la pena, pero es uno clamándola, el deshielo del tiempo cubre el frío dejado por el desamor. –
“Sobre el tiempo transcurrido
Vives siempre en mí
Y esos campos que nos vieron
Juntos sonreír
Me preguntan si el olvido
Me curó de ti.”
-La pradera, el río, la montaña y la puerta recuerdan el amor y la partida. Ese desgarrar del estío en la pasión dormida por la rutina sucediéndola un adiós de verdad-
“Y entre los vientos
Se van mis quejas
Muriendo en ecos
Buscándote
Mientras que lejos
Otros brazos y otros besos
Te aprisionan y me dicen
Que ya nunca has de volver”.
-El recordar su voz en los vericuetos del cariño, el eco sonando en el oído, palpitando en la sien y en los sentidos, más otro a su lado repitiéndole lo de siempre para él amarre y la entrega. –
Compositores: Manuel Garrido López / Manuel García Gutiérrez.
Cartago 7-12-2024