Séptimo Semestre Licenciatura en Literatura, Univalle.
En Colombia existen diferentes grupos étnicos como afrocolombianos, mestizos, Raizales, indígenas entre otros. Es por eso que esta historia trata de una comunidad formada por personas de diferentes etnias en el año 2005 en Palmira, Valle del Cauca.
-Nancy nos cuenta que ella y su familia llegan a Palmira junto a su comunidad en busca de oportunidades y con las manos vacías; debido a que habían abandonado el cabildo nariñense del que hacían parte, a causa de la situación económica que también se da en los cabildos. Entonces ella empieza a contar que el cabildo está compuesto por un grupo de personas de diferentes familias y termina por convertirse en una sola que lo comparten todo, es decir, que cualquier ayuda o entrada adicional es para todos.
Nancy: Habían llegado muchas familias a nuestro cabildo desde jóvenes hasta viejos y la situación económica no era la mejor en ese momento. Tanto que no podía aguantar más, así que tomé la decisión de venir a Palmira, ya que mi hermana menor se había venido a vivir hace muchos años y en ese entonces, Palmira era la mejor opción para nuevas oportunidades de vivienda y trabajo, especialmente para los nariñenses o pastusos como nos quieran llamar.
–Si bien, resulta oportuno mencionar que en toda comunidad compuesta por grupos; hay subgrupos, es decir, pequeñas familias que tienen una interrelación con otras. Por lo que al momento de Nancy tomar la decisión de venirse a Palmira, otras familias también decidieron seguirla.
Nancy: Cuando llegamos a Palmira decidimos que el cabildo iba a seguir conformado y el nombre que le pusimos fue cabildo indígena renacer de los pastos, aunque algunos provenimos de diferentes etnias, pues todos éramos nariñenses. Y así fue que llegamos a unas casas abandonadas que habían sido de un narcotraficante y que quedaban como en una montaña, alrededor de un monte.
–Actualmente ese lugar fue convertido en un conjunto residencial de estrato tres, pero hace muchos años antes de existir el barrio Alameda en su totalidad; ese monte vendría hacer lo que ahora es la última etapa de Alameda y principios de belén en la ciudad de palmira.
Nancy: Empezamos a organizar todo a podar, a cortar el pasto, pintar las casas y a dejar todo bien bonito para poder vivir ahí. Sin embargo, en un principio no fue fácil porque había mucha gente de Nariño que había emigrado a palmira y que estaban desempleados y pagando un arrendo demasiado costoso, a parte de las demás personas que eran de acá de palmira y no estaban de acuerdo con que de buenas a primeras llegarán unos indígenas pastusos de lo peor a vivir gratis; así se referían a nosotros. En definitiva, después de tantos conflictos por parte de la gente logramos formar nuestro cabildo con papeles al día, tesorero, representante y un abogado que pagamos todos con mucho esfuerzo.
–Concretamente el estado debe reconocer y proteger la diversidad étnica y cultural de la Nación Colombiana y es obligación dar garantías a los cabildos indígenas. Nancy nos relata que un cabildo no solo puede estar constituido por su nombre, sino que el estado debe aceptar que existe y que en realidad está conformado por indígenas o cualquier otra etnia, es decir, que el cabildo ya había sido reconocido y aceptado. Eso por una parte y en segunda instancia el tema de las viviendas era otro punto.
Nancy: En el tiempo que empezamos a vivir en esas casas abandonadas aún no teníamos nada como cabildo; así que lo único que hicimos fue poner resistencia ante los comentarios de la gente que nos insultaba y nos quería sacar. Nuestra defensa era que las casas habían estado abandonadas por aproximadamente ocho años y nadie se había atrevido a vivir en ellas; así que no jodieran, que en realidad no les afectaba en nada que estuviéramos ahí. Después de tanto la gente comprendió la situación de cada uno y dejó de meterse con nosotros, incluso nos llevaban comida, ropa, electrodomésticos y así sucesivamente comenzaron a aceptarnos. Por otra parte, con relación al cabildo, desde niña mi abuela que fue la que me crío; hacía parte de un cabildo en Nariño; por lo tanto desde muy chiquita sabía lo que significa los cabildos y las labores que se desempeñan en ellos, así que siempre me he sentido orgullosa de mis raíces y de lo que he aprendido a lo largo de mi vida. Dado que para legalizar nuestro cabildo en su momento, debíamos tener un representante legal que es el encargado de gestionar todos los proyectos y servir de guía para los demás, pues mi comunidad decidió que esa persona fuera yo; realmente me sentí muy orgullosa de representarlos; también debíamos escoger un tesorero quien es el que se encarga de gestionar el dinero que entra y sale en el cabildo y un abogado que nos representará en cualquier proyecto o problema legal.
En definitiva el cabildo indígena permaneció sin ningún problema, desde el año 2005 al año 2013, tiempo en el que arreglamos las casas con mejores materiales e hicimos una cancha a los niños para que pudieran distraerse, porque en el cabildo ninguna de las casas tenía energía, ni agua, entonces cuando llegamos cavamos un pozo para poder llevar agua a cada vivienda y respecto a la energía no era tan necesaria así que, se prendía velas en las casas, como también otra opción era que nos acostábamos muy temprano porque al llegar la noche no había con qué distraerse. Aunque con el tiempo logramos comprar paneles solares para las viviendas y así sucesivamente fue mejorando la calidad de vida en todos los hogares.
–Un día después de muchos años llegó una constructora a reclamar la propiedad en la que vivía el cabildo, asegurando que ellos habían comprado y que pronto empezarían a construir. Sin embargo, en ese momento el cabildo no tenía abogado así que era muy difícil en esa situación poder lograr algo.
Nancy: Como cabildo hacíamos labores de reciclaje para ayudarnos económicamente entre todos. Entonces ese díaestábamos organizando, separando lo uno de lo otro, cuando llegó un joven muy apuesto de aproximadamente unos 35 años, el cual era abogado de la constructora que había comprado el terreno donde estaba ubicado nuestro cabildo. En otras palabras, muy amablemente el joven se acercó y preguntó por el representante legal, me entregó la carta; donde se nos solicitaba desalojar las casas porque iban a ser derribadas. Con relación al abogado era complicado porque en el momento que nos legalizaron como cabildo nos tocó buscar uno, pero de eso ya habían pasado muchos años y la verdad hasta ese momento no lo habíamos necesitado, además generaba un gasto alto.
No obstante, pasaron dos años en los que todos días nos levantamos pensando que en cualquier momento volverían; fueron dos años en los que nos preparamos psicológicamente así que conseguimos un joven que se interesó por nuestro cabildo y entendía que la situación económica no era la mejor, entonces asedio a recibir lo que nosotros podíamos pagarle.
En efecto, en el año 2015 llegó la policía junto al esmad y el ejército con orden de desalojo una vez más, pero en ese momento era más seria la situación, tanto que nos acorralaron y nos hicieron sentir como delincuentes; aunque gracias a nuestro abogado, tuvieron que marcharse debido a que presentamos la carta de una tutela que habíamos ganado. Desde ese momento el abogado fue claro y nos dijo que era muy complicado ganar definitivamente el caso así que, teníamos que estar preparados para una contrademanda.
–Finalmente, Nancy nos relata que el día 25 de Agosto del año 2015, se hizo efectivo el desalojo del cual no pudieron hacer resistencia y fue exactamente como la primera vez; con policías, esmad, ejército y máquinas demoledoras que empezaron a derribar todo, sin importar que habían ancianos y niños. Destruyeron absolutamente todas las casas y con ellas los materiales y objetos que le pertenecían a los integrantes del cabildo. Lastimosamente, así termina esta historia; hoy en día es un conjunto residencial de estrato 3 y 4. Acerca de las familias del cabildo aún está en proceso la entrega de viviendas que le prometió el gobierno al cabildo renacer de los pastos, aunque nuestra fuente directa nos cuenta que todo está estipulado legalmente; pues el estado no ha querido solucionarles.