Arrierías 88
Mario Ramírez Monard.
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En julio de 1964, en acto solemne para aquella época, culminaban sus estudios secundarios 15 jóvenes que salían al mundo de los estudios superiores o al trabajo obligatorio para colaborar en el sostenimiento de sus familias en un medio donde imperaba el trabajo en el campo y las oportunidades empresariales o de labores con buena remuneración no eran frecuentes.
Uno de esos jóvenes, creativo, inteligente, solidario organizó una excursión para sus compañeros que incluía una visita al canal de Panamá y desde allí quedó en su cerebro la posibilidad de un trabajo, de una fuente de conocimiento a través de visitar sitios, inquietud que se fue acrecentando cuando empezó su vida laboral como funcionario del ministerio de agricultura donde le tocaba viajar por el país, conocer gente, entablar relaciones con el campesino o con medianos propietarios. Viajaba, observaba e iba introduciendo en su mente datos con los cuales alimentaba su objetivo: hacer turismo.
Belisario Marín Montes, el joven líder en referencia, tuvo que trabajar duro, siendo aún muy joven, para ayudar en el sostenimiento de su familia ante la temprana desaparición de su señor padre. Se le recuerda en Caicedonia siendo recaudador de renta, escribiendo para medios regionales, ayudando en su casa convirtiéndose en un apoyo para su familia. Mientras esto realizaba, seguía alimentando su deseo de hacer turismo y es en 1979 cuando funda su pequeña empresa en la ciudad de Cali: Promotora de Turismo Santiago de Cali e inicia su experimento viajando a la costa norte de Colombia.
Viajaba, alegraba personalmente a sus turistas con sus anécdotas y las historias de esa Caicedonia fantástica de gente trabajadora, risueña, chistosa, agradable, sensación que transmitía a sus viajeros y que fue acrecentando su fama de hombre solidario, agradable que hacía de su empresa una fábrica de sueños y de la gran fantasía personal que es viajar por su tierra, por el mundo, conocer sitios históricos, degustar la gastronomía, en fin, vivir la vida.
En sus incontables viajes alrededor del mundo traía al regreso objetos que le permitieron poco a poco dotar su famosa Casa Turística Museo de Silvia Cauca, sitio de tranquilidad y paz donde quien se hospeda puede viajar por el mundo a través de esculturas, objetos típicos de muchas regiones y conocer las historias de esos objetos.
Belisario, el caicedonita famoso que recibiera en vida homenajes y reconocimientos en Cali, Colombia y el planeta tierra viajó el infinito y sus coterráneos, la ciudad de Cali y el mundo del turismo internacional sentimos el impacto de la ausencia de ese ser especial, creativo e inteligente que jamás olvido su origen pueblerino y sencillo y que hizo de su gran empresa (hoy Promotora de Turismo Belisario Marín Montes) una institución cívica al servicio de la sociedad que hace honor al lema empresarial de la Promotora: “vivir para servir”.
Hoy la empresa continua bajo la batuta de sus hijos Sebastián y Lina y la dirección, consejería y orientación de la gran compañera de su vida, la abogada caleña Rosy Echeverry, familia que siente la presencia espiritual del gran líder. Su gran legado continúa.
Don Mario. Un poema para algunos es poca cosa. Pero si a alguien le gusta, eso lo rescata. Se trata de ir horadando con humildad el camino para llegar al final acompañado; aunque sea con las palabras.
Descansa en paz, gran empresario turistico, que proporciono descanso y conocimiento, con sus excurciones a miles de Colombianos.
Es un excelente homenaje a un hombre a quien no he tenido la oportunidad de conocer, pero después de leer ese recuerdo tan deliciosamente escrito que, además, rezuma cariño, amistad y agradecimiento del profesor Mario Ramirez, tengo el sentimiento de haberlo conocido. Gracias y felicidades.