Arrierías 88
Sara Lucía Ospina Fayad*.
“¿Para qué poetas en tiempos de devastación de la tierra?”
“Estar aquí en la tierra”
*
Bitácora del día 18 junio 2024
La danza del viento, humos sonoro
cortejo de la estrella en la tierra
la caricia de un ángel
sobre los rizomas que sepultó el tiempo
“A quihicha n”,
formando la fila
en el bosque
de yarumos y guías…
Bajo la mirada sonora
del bosque enramado
en la maraña de las horas
los mundos se encuentran
entre abrazos enramados
y suspiros al viento
En el cesto nuestro alimento
Testigo el volcán con su aureola
la ceiba maya que juntaron hongos y micelios
la montaña con su ritmo
el barranquero,
entre las ramas de un cuento
Despertar
para seguir
la vibración de los sueños
Los perdidos contra corriente
la cascada de siete colores
devela su secreto
el sol en su cenit
Oráculo de los árboles al descubierto
“Estar aquí en la tierra”
A quihicha n, aquichan, aquichan.
*
DÍA 19…
Lenguaje jerárquico
orden de la selección
condición de las variantes
temperaturas y luz
¡lógica de los mundos paralelos!
Arduino y la entrada
sonidos entre números
composición perfecta
diálogos de mil colores
En la memoria lupean
las formas sensoriales
lectura de la analogía
campos donde rastreamos
sombras y luces
en tonadas que nos acompañan
códigos que descifran
Uku Pacha, Kay Pacha y Hanan Pacha.
*
Bitácora día 19…
Cromatografía de suelos
sembrarse, desocultar raíces
cultivo de montañas
concreto donde los subsuelos
se abren al espacio
Vibración que nos conecta
con la dimensión de la naturaleza
la hojarasca y la melaza
el maíz en las manos
amasar la memoria y el silencio
cuando la palabra no alcanza
tejidos sin nombre
montonera de siglos
abrazar el momento que pasa
Alcanzada victoria
con respuesta secreta al corazón humano
ayer en fila hoy un espiral iluminado
en círculo la alegría
la gratitud muestra el camino
coordenada del retorno a casa
Mi alma está contenta, -responde el bosque-
con el canto de un delfín oculto en los pasillos
República de Otra Moneda
desde el ventanal en el cuarto piso
se divisa la paz, envuelta en las nubes
que abrazan el corazón de los nevados.
El niño grande tiene fiebre
fuego que lucha por expresarse
manifestarse en su alquimia sin pausa.
MENSAJE, DEL RÍO CON TA MI NA DO
Los humanos en vía de extinción:
necios, soberbios, arrogantes
tóxicas mentes
practicas mayores o menores
humanas brutales inútiles
dormidas ante la milenaria sabiduría
omnisciente de la naturaleza.
Eso que la humanidad
llama civilización
ha perdido la conexión evolutiva
seres en vía de extinción en nuestra defensa
desde emociones que afloran
sin escuchar la propia voz
de la conciencia instintiva, intuitiva y despierta.
El equilibrio perfecto observa
definir el pensamiento humano
enredo inútil en ritmos que embrutecen
reductos de energías macabras
razonamiento alimentado con el ego del poder
avaricia que contamina
Veo sus orificios y los vomito
humanos en vía de extinción
El sentir que ennoblece, da espacio a la divinidad
florece desde el pantano de sus miserables vidas
luz que todo lo transmuta
observador de resistencia
ante la autodestrucción
insatisfecha.
Lecho en el cual duerme
con sus profundos oleajes
resurgir y transformar
la evolución en ciclos
diversidad infatigable
que todo lo permite.
*
EL CARRIZO DE LIMA
Entretejido de la entraña fatigada
corazón que late en mi garganta
danza la sabiduría embriagadora del pensamiento
trasmutación de la piel
extensión de la memoria
y los átomos hermanos
canales y zurcir, tesoro y hábitat
rutilante fuerza
que desde los residuos
de la contaminación humana
transforma la mirada.
Resonancia visual
en las entrañas de las rocas.
Canto en el escenario contaminado
limbo que deja la memoria de un río abandonado
en la instalación de arte
lo inadvertido es un presagio
en manos de carrizos abrazados.
ONDAS con tonalidades oscilantes
*
*El documento Bitácoras y Mensajes, una secuencia de poemas, resultado de mi participación en
la escuela de verano, en La Plataforma Latinoamericana de Humanidades Ambientales, realizada en El Banco de la República de Manizales. 2024