Comunicador social-periodista, UPB, Medellín
Con estudios de Música y Canto en las universidades de Antioquia y Caldas.
Arrierías 70
Permítete “navegar”,sin la agobiante teoría, las insondables, regocijantes y bellas “aguas” de la música.
La música es y será el recurso por excelencia para la educación integral de todas las personas, pues hace posible desarrollar múltiples inteligencias y pensamientos creativos, permite incorporar hábitos de disciplina y promueve valores como la tolerancia, el respeto por el otro, la valoración de la diferencia y la solidaridad.
Está claro que todas las personas no están obligadas a estudiar música para alcanzar dichos logros. Eso sería autoritario y profundamente injusto. Mi reflexión tiene que ver más con que la música, en sus manifestaciones sociológicas, antropológicas,sicológicas… en las que el ser humano participa incluso como simple lego, genera dinámicas de encuentro y participación comunitaria, y es una de las expresiones artísticas más comúnmente utilizadas por la especie humana para dar a conocer su sentir, tanto en lo colectivo como en lo individual.
A lo largo de muchosaños he vivido múltiples experiencias relacionadas con todas estas dinámicas maravillosas que ofrece la música. Las he disfrutado y me han llenado el alma de regocijo hasta la saciedad. Pero, mi interacción con melómanos y asiduos asistentes a conciertos, festivales, tertulias… me permitió detectar un problema de fondo en la mayoría: el desconocimiento absoluto de conceptos básicos musicales.
Como lo manifesté antes, la música como profesión no es la opción de muchos, pero un estudio general y su práctica ayudan a desarrollar y sensibilizar regiones del cerebro que reflejan el comportamiento del ser humano, y así tener una mejor apreciación del arte musical desde lo más simple, como llevar el ritmo con las palmas, y darse cuenta de si alguien está desafinado, hasta percibirelementos más complejos como las formas ylos modos.
Para nadie es un secreto que la educación musical en Colombia, en términos generales, es absolutamente precaria. Las instituciones educativas eliminan la música (contadas excepciones) de sus currículos. Tristemente no reconocen que ésta es la base de todas las actividades que pueden utilizar para oxigenar las demás materias.
Con el ánimo de llenar este vacío y propender por formar públicos y no músicos (pues para eso están las facultades y academias), un grupo interdisciplinario de colegas músicos y amigos nos dimos a la tarea de crear, estructurar y consolidar unas charlas que buscaran lograr ese objetivo.
Después de muchos ires y venires, elucubraciones y experimentos, surgió Vivir la Música – Música para no Músicos: una gran alternativa para llevar a los participantes a un acercamiento con la música y su entorno de manera más consciente y profunda, y en procura también de promover la sana convivencia, el encuentro comunitario, el diálogo intergeneracional, el intercambio de saberes, la recuperación de la memoria histórica y la construcción del tejido social. Así mismo, fortalecer la salud mental, y ayudar a crear una nueva identidad que consolide la cultura ciudadana y la formación de públicos.
Con estas charlas estamos generando experiencias musicales-vivenciales por medio del acercamiento y la exploración de elementos propios de la música y otras disciplinas, que lleven a los participantes al goce de la música, a apreciarla, a descubrir talentos afines y/o a desarrollar creaciones propias.
Vivir la Música – Música para no Músicos, final y felizmentepermite conocer las características del sonido y su origen (tanto instrumental como vocal), el lenguaje musical (su escritura e importancia), la historia de la música y su apreciación… También facilita la incorporación a la vida cotidiana del lenguaje yel adquirirlas herramientas necesarias para poder identificar el timbre, la melodía, la armonía, la forma, los modos, la evolución de la música, entre otros.
¡Sean bienvenidos, pues, a esta maravillosa e inolvidable experiencia de “sumergirse” en el extraordinario y sempiterno mundo de la música!