Arqueólogo

Coordinador Comité de Protección

Arqueológico del Quindío

A raíz de la labor realizada por la Educación Educativa Instituto Quimbaya de apersonarse como defensor y divulgador de un conjunto de “canceles”, encontrados dentro del proceso de construcción en dicha institución pos-terremoto, canceles estos denominados inicialmente en mi tesis de grado como “Estructuras Líticas”, y que se han emitido diferentes opiniones sobre este tipo de hallazgos arqueológicos, conocidos principalmente en la región del Eje Cafetero y puntualmente en el departamento del Quindío y otros más aislados en algunos sitios del territorio nacional.

Estas estructuras realizadas por sociedades que nos antecedieron, a partir de una arquitectura formada y construida con lajas de piedra (mesetas pétreas de gran tamaño de origen volcánico), dispuestas  en fosos rectangulares a manera de entierro,  ubicadas en forma vertical y colocando en los costados dos o más lajas y una más horizontal. Los pisos presentan regularmente varias piedras lisas y rocas de menor tamaño dispuestas en forma de cuñas horizontales y verticales.

La ciencia arqueológica se encuentra a la espera de encontrar respuestas con una rigurosa investigación científica, que nos permitan la no especulación para interpretar el objetivo de dichas construcciones o su utilización, o a lo que pudo corresponder a dichos depósitos, ya que este tipo de manifestación cultural es poco conocida y los datos e interpretaciones sobre su patrón cultural y cronológico no es claro, así como su localización y arquitectura en general. Estos canceles en su mayoría no se encuentran asociados con materiales culturales conocidos como “OFRENDAS (cerámica, oro, líticos o restos óseos).

Partiendo de lo simbólico y a lo que pueda corresponder como sitios funerarios, generan se plantean asociaciones con los ciclos de orientación solar, que presentan características aproximadas con a las halladas en otras regiones de Colombia.

La primera de las hipótesis esgrimida por propios y extraños, desde la aparición de las mismas, sugieren como interpretación muy propia de la “guaquería”, que allí se depositaban entierros primarios.

Con el transcurrir de los años, se inició por parte de los saqueadores de tesoros (conocidos como “guaqueros”), un descenso en la destrucción de dichos sitios arqueológicos, ante el no encuentro de materiales culturales, principalmente oro y cerámica prehispánica ya que para ellos, en el 100%, de estas estructuras no encontraban restos materiales (estos canceles siempre los encontraban ausentes de ofrendas o material cultural), que les permitiera su comercialización.

El departamento del Quindío posee un historial de hallazgos o más puntualmente reportes de este tipo de estructuras y en algunos casos se han encontrado sitios nucleados (canceles agrupados), donde su significado simbólico nos ampliaría el panorama de la discusión dentro de la arqueología colombiana.

CONSIDERACIONES REGIONALES

En el Valle Medio del Río Cauca y muy puntualmente en el departamento del Quindío, desde el inicio y aparición de los buscadores de tesoros (aproximadamente desde hace 200 años) hay reporte de estos CANCELES, conocidos genéricamente como “Tumbas de Cancel”, cuyas interpretaciones están en proceso de discusión e interpretación dentro de la comunidad científica.

Hallazgos arqueológicos como el de la vereda Balcones (predio La Bananera) del municipio de Santa Rosa de Cabal, revive la polémica sobre las reales condiciones del patrimonio cultural de grupos desaparecidos en territorio del Eje Cafetero. Lo que se reportaban, corresponden a estructuras de acumulación de cantos rodados.

La falta de conocimiento sobre estos yacimientos, y el hecho que se presenten en medio de proyectos no científicos (guaquería) ha colocado en peligro estas evidencias y, sobre todo, sin la garantía de investigaciones futuras en los sitios donde se reportan dichos hallazgos en contra de la preservación del Patrimonio Arqueológico de La Nación.

 Estas estructuras que debieron de generar una inversión de alta ingeniería por el traslado de dichas lajas y la transformación en actividades de construcción de las mismas, generan hasta el momento más preguntas que presiones por parte de los expertos en el tema.

Las primeras reseñas son presentadas para el departamento del Quindío (García, Joel, 1987), que realiza un reconocimiento sobre la ubicación de algunas de estas estructuras en las laderas del cerro Morrogacho, municipio de Salento, cuando realizaba su Tesis de Grado, que luego fueron registradas por integrantes del Comité de Protección Arqueológica del Quindío, en 1992.

Luego del terremoto de 1999 se reportaron algunas en el predio rural “La Finquita”, en el sector del barrio Montevideo Central de Armenia, como hallazgo ocasional el cual fue reportado por el Antropólogo Roberto Restrepo.

En el año 2000, aparecieron otras en predios oficiales de la reconstrucción en el municipio de Quimbaya, donde hoy funciona el Instituto Quimbaya, hallazgo que fue reportado por el arquitecto José Vicente Uribe y constatado por integrantes del Comité de Protección Arqueológico del Quindío (Realizaron la visita de inspección: Roberto Restrepo, Ligia Inés Vélez y Joel García).

En este año, también se reportaron por parte del Centro de Investigaciones Arqueológicas Quindos – C.I.A.Q. – de la Universidad del Quindío, cuando se realizaba un Seminario de Antropología Forense y durante la fase del trabajo de campo, se encontraron dos estructuras líticas asociadas a algunos restos óseos que se encontraban esparcidos alrededor de las estructuras, a 3600 metros sobre el nivel del mar, en el páramo del Chilí, laguna las Gemelas, municipio de Pijao.

En el año 2001, en un reporte al Comité de Protección Arqueológica del Quindío, se encontraron, aproximadamente veintisiete estructuras en el proceso de construcción del barrio La Fachada, municipio de Armenia donde se constató que habían sido destruidas por los ingenieros de la Constructora Centenario y en la construcción de la ciudadela educativa de Circasia, en el sector La Luisa y la entrada al barrio Génesis de Armenia, se reportan la aparición y destrucción de dos más de estas icónicas estructuras, alteradas por parte del personal de las respectivas obras.

Este mismo año en un reconocimiento en el predio El Agrado, propiedad del Comité de Cafeteros, corregimiento de Pueblo Tapao, municipio de Montenegro, (García Joel,) reporta el hallazgo inicialmente, de al menos siete estructuras nucleadas, pero como en todos los casos , la falta de recursos y de financiación tanto de las empresas particulares, como la desidia de los entes gubernamentales, abortan los procesos de investigación y nuevamente hay que tapar y preservar al menos de esta manera la conservación de las mismas – verdaderas obras de ingeniería – que serían muy valoradas en diferentes partes del mundo. 

Las estructuras encontradas en la Ciudadela Educativa de Quimbaya, fueron objeto de protección hace algunos años, ante actividades contratadas por la Gobernación del Quindío, con acciones de emergencia (Fundación FUNCORES,) que realizó dichas actividades para prevenir el deterioro y la destrucción del sitio arqueológico.

 En el año 2006, la gobernación del Quindío propuso reubicar una estructura en el Hall de dicha edificación de una estructura completa, encontrada en la vereda San Pedro, del municipio de Armenia, (García, Joel, 2006), la cual desde su traslado no ha recibido mantenimiento alguno, presentándose problemas con la comunidad y el turismo, por las restricciones que presenta el lugar, para que pueda ser conocida y apreciada por la  ciudadanía y no poder tener espacios para el inicio de procesos de sensibilización, aprovechando estos hallazgos como material didáctico sobre los aportes de las sociedades que nos antecedieron en nuestra región y las comunidades actuales adquieran sentido de pertenencia y de claridad sobre los aspectos patrimoniales.

Otro de estos rasgos arqueológicos, fue el hallado en el sector del Divino Niño, en el corregimiento de La Virginia (municipio de Calarcá), y luego trasladado al Centro Cultural Quimbaya del Banco de La República, en la ciudad de Armenia. (García, Joel, 2007).

DISCUSION

¿QUE ES UN CANCEL?

“Contrapuerta, generalmente de tres hojas, una de frente y dos laterales, ajustadas estas a las jambas de una puerta de entrada y cerrado todo por un techo para evitar las corrientes de aire y amortiguar los ruidos exteriores.”

“Reja, generalmente baja, que en una iglesia separa el presbiterio de la nave.”

“Armazón vertical de madera u otra materia, que divide espacios en una sala o habitación.”

“En la capilla de palacio, vidriera detrás de la cual se ponía de incógnito el rey.”

“Puerta, verja o cancela que separa el vestíbulo o el patio del zaguán.”

“Término o límite hasta donde se puede extender alguna cosa.  En ciertos países, a este elemento arquitectónico, se le llama verja, celosía o reja.”

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 A partir de diferenciar entre un “cancel”, propiamente dicho y de otros hallazgos de lajas o piedras que adosadas dentro de la superficie de estructuras verticales (específicamente en San Agustín), donde los investigadores Duque y Cubillos narran de piedras colocadas a “manera de canto”, lajas que quedaron o descansaban en los pisos de estas tumbas de pozo o lajas colocadas dividiendo la tumba o como un tendido de piedras, adornando la entrada a las bóvedas, o pisos empedrados con cantos rodados o lajas extendidas después de colocar dos estatuas a la entrada de la misma. (Ver imagen 1|).

Las bóvedas eran clausuradas con piedras de diferentes tamaños, formando especie de muros o caminos. Se presentaron estructuras verticales donde las fosas estaban tapadas por piedras o pequeñas lajas de diferentes tamaños, en donde su conjunto imitaba la cubierta de un “cancel”, pero que “…descansaban directamente en el piso, lo que indica que si esta sepultura llegó a usarse, las piedras fueron colocadas directamente sobre el cadáver”. (Tumba No. 36 – Alto de Lavapatas).

Además, de que en la mayoría de las tumbas de pozo de la cultura Agustiniana se utilizaron cantidades de material lítico, como cantos rodados, lajas de tamaños irregulares y lajas en las cuales se disponían a tallarlas o esculpir sus representaciones escultóricas de la zona.

Muy recientemente, en dos Programas de Arqueología Preventiva (PAP), se presentaron hallazgos de estructuras líticas, uno durante la construcción del Gaseoducto Loop Armenia, donde fueron encontrados en la vereda San José, municipio de Montenegro, dos estructuras elaboradas con cantos rodados (Ver imagen 2), las cuales difieren de las denominadas estructuras líticas (García, Joel, 1987),  y durante intervenciones arqueológicas llevadas a cabo en la construcción de la nueva subestación Cajamarca de Celsia, donde se hallaron otras dos estructuras líticas, pero que nuevamente en sus interiores, presentaron ausencia de ofrendas funerarias  o de otro tipo.

                                         

Como puede advertirse por la poca investigación puntual de este tipo de yacimientos arqueológicos, se deben profundizar estudios puntuales para conocer si fueron cultos funerarios realizados sobre antiguos asentamientos y en períodos diferentes, si corresponden a sitios simbólicos, su cronología y períodos de ocupación o si se evidencia un continuum cultural, si se presentaron irrupciones foráneas y además, poder aportar información como elementos de estudio sistemático de la cultura material de estas sociedades y de sus yacimientos arqueológicos.

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