Tanto tiempo disfrutamos de este amor,
nuestras almas se acercaron tanto así,
que yo guardo tu sabor
pero tú llevas también… sabor a mí.
Si negaras mi presencia en tu vivir,
bastaría con abrazarte y conversar,
tanta vida yo te di,
que por fuerza tienes ya, sabor a mí.
No pretendo ser tu dueño,
no soy nada, yo no tengo vanidad.
De mi vida doy lo bueno,
soy tan pobre que otra cosa puedo dar.
Pasarán más de mil años, muchos más,
yo no sé si tenga amor la eternidad,
pero allá tal como aquí,
en la boca llevarás… sabor a mí…
La cuenta un hijo de Álvaro Carrillo. Sucedió en diciembre de 1957 cuando en la cena de navidad ya estando comprometidos, Álvaro tomaba whisky y entre trago y trago le daba un beso a su novia Anita. Y ella comenzó a reclamarle que estaba tomando mucho, pidiéndole que no tomara más, pero Álvaro no le hacía caso y continuaba tomándose los tragos y así entre trago y trago iba un beso tras otro beso a pesar de los reclamos de Anita.
Entonces Anita le dice que de tanto beso ya la estaba emborrachando y que ella sin tomarse un trago ya tenía en la boca el sabor al whisky. Álvaro le dijo entonces “es que el sabor que tienes en la boca no es sabor a whisky es…sabor a mí…
Cómplices de la poesía los dos entendieron en ese momento que la frase era como una sentencia poética que debía convertirse en canción y Anita rompiendo la sobriedad, tomó un trago del vaso de Álvaro y brindaron por su futuro y así nació “sabor a mí” …
Bellas canciones y boleros compusieron Álvaro Carrillo como “Amor mío”, “Eso”, “Un minuto de amor”, “Sabrá Dios”, “Luz de luna”, “Un poco más”, “La mentira”, “El andariego”, y 300 canciones más, pero fue “Sabor a mí” la que consiguió popularidad mundial. Fue grabada en 9 idiomas y las voces de los intérpretes más famosos del bolero la tuvieron en su repertorio como Doris Day, Edye Gorme con Los Panchos, Luis Miguel, Olga Guillot, Los Tres Ases y en el Japón la hizo Yoshiro Hiroishi.
El 3 de abril de 1969 regresaba Álvaro de vacaciones con Anita y sus dos hijos de Cuernavaca. Una camioneta que venía en dirección contraria chocó de frente con su automóvil y Álvaro y Anita fallecieron. Sus dos hijos, aunque muy maltrechos quedaron vivos.
En la fotografía Álvaro y Anita celebran su boda…
Los Panchos nos cantan “Sabor a mi”